Un año más la llegada de la primavera nos lo anuncia, un año más ya se acerca, un año más el azahar, el incienso, los ensayos....
Atrás quedó la nostalgia, los recuerdos… de nuevo la emoción al llegar a esas calles estrechas donde todos se callan, donde todo el mundo reza.
Tienes que sacar tu faja y tus alpargatas, que ya te espera tu Virgen de la Amargura para pasear con ella.
El jueves Santo llega, la Amargura ya se asoma, enmudece su pueblo, solo una voz se escucha que todo el mundo respeta, la de ese capataz que dice: ¡vamos al cielo con ella!
La amargura de tu cara, más que sombra es claridad cuando llegas a la plaza, porque miras a los ojos y comprendes los pesares, sabes de nuestra amargura y nos ayudas en los andares.
¡Que la Virgen de la Amargura nos acompañe siempre y nos proteja bajo su manto!
¡Viva la virgen de la Amargura!
Mariló Ibañez
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